La revisión diaria del trabajo en los hospitales ha permitido que Cuba tenga los mejores indicadores de salud en América Latina.
El registro comparativo de salud en Cuba está por encima de los promedios que tiene América Latina, e incluso son equiparables a los de algunas naciones europeas. La pregunta es: ¿Cómo le hace esta nación para tener esos resultados si es un país con muchas carencias y enfrenta un bloqueo internacional?
“Los indicadores en Cuba se llevan diario, semanal y mensual. Usted no puede analizar los indicadores a años vencidos, porque no puede hacer cambios a tiempo y tomar decisiones. La situación epidemiológica de Cuba se discute todas las semanas: dónde están sus principales problemas, dónde están las enfermedades que nos están causando problemas. Todo eso se discute todos los días”, asegura Manuel González Fernández, director del Hospital William Soler.
Cuba puede presumir que su tasa de mortalidad es de cuatro por cada 100,000 recién nacidos vivos, lo que ubica a la isla como una de las primeras 20 naciones con esos resultados a nivel mundial, de acuerdo con datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
De igual manera, la tasa de mortalidad materna es de 36 por cada 100,000 partos, dato que es mucho más bajo que en cualquier otro país de América Latina.
“La mortalidad infantil y los indicadores del programa se discuten dos veces por semana con indicadores como la tasa de perinatología, el indicador de asfixia e hipoxia, que te hablan de la calidad del seguimiento del parto. Eso nos permite corregir los indicadores”, explica González Fernández.
El seguimiento a cada uno de los pacientes y de los indicadores es exacto y se hace en tiempo real. El médico señala que todas las instituciones de salud tienen un departamento de registro médico que utiliza un sistema computarizado, en el que se registran los ingresos, las consultas, el diagnóstico, quién los refirió y qué medicamentos está tomando el paciente.
De esta manera, los médicos tienen datos actualizados todos los días y tienen el control de los pacientes.
El manejo exacto de cada uno de los enfermos le ha permitido al sistema médico de Cuba transformar su sistema de atención primaria, gracias a la premisa de acercar al médico a la comunidad.
“Nosotros hacemos una revisión mensual de todas las consultas que damos en el hospital y si se incrementa una consulta con un diagnóstico que puede resolverse en la atención primaria, agregamos esa atención y el especialista va a la comunidad”, explica el director del hospital.
Esto mejora los indicadores de salud de población, al mismo tiempo que los del hospital, pues si se hace más trabajo de prevención hay menos muertes infantiles y maternas, además de que se garantiza una mayor sobreviva al paciente y se reducen las compensaciones graves.
A pesar de las diferencias de tamaño de la población entre Cuba y México, González Fernández aseguró que sí es posible implementar un modelo similar en nuestro país y transformar la atención primaria, que es uno de los objetivos de la administración de Andrés Manuel López Obrador.
