El también llamado carro de reanimación cardio-pulmonar entra a escena cuando se presenta una emergencia médica que amenaza la vida del paciente. En esta unidad rodable, los especialistas de la salud encuentran las herramientas necesarias para efectuar las maniobras que eviten la muerte.
De ahí la relevancia de que sea una unidad móvil, compacta, y segura en momentos tan cruciales ante eventos graves como un paro cardiorespiratorio, colapso cardiovascular, shock anafiláctico o cualquier otro evento que pueda resultar mortal.
En el carro rojo se debe concentrar de manera ordenada el equipo, material y medicamentos para iniciar oportuna y adecuadamente las maniobras de Reanimación Cardiopulmonar (RCP) y cerebral. Obvia es la importancia de tenerlas a la mano.
Éste generalmente está fabricado en plástico de alto impacto, es una caja grande con ruedas y manubrio que mide aproximadamente 90 cm de longitud, 90 cm de altura y 60 cm de anchura. Incluye amortiguador de choques, área de preparación de medicamentos y suficientes compartimentos para colocar todo el equipo del que se tenga que disponer.
Debido a que el objetivo de estas unidades móviles es facilitar una actuación rápida ante una emergencia, están colocadas en lugares específicos del hospital y hay personal capacitado en su uso para actuar de manera oportuna.
Es el personal del departamento de enfermería, es el encargado del carro rojo, y tienen la obligación de mantenerlo en óptimo estado en apego a la normatividad, manteniendo el stock de insumos, equipo médico, materiales e instrumental completos.
El personal del área, debe revisar que las cantidades existentes de insumos sean iguales a las señaladas en la tarjeta de recepción del carro rojo. También deben ser vigilantes del correcto funcionamiento de los aparatos eléctricos con la toma de corriente, la existencia de baterías, el llenado del tanque de oxígeno, que estén presentes las tablas de reanimación y reposición de los insumos utilizados.
Es responsabilidad del Jefe o Jefa de Enfermería informar al área correspondiente la falta de insumos para abastecer el carrito. Asimismo, el supervisor o supervisora debe tener copia del listado de todos los insumos para reponerlos de ser necesario e informar por escrito a la jefatura de Enfermería sobre la carencia de alguno de estos, así como la reparación para alguna falla en el material.
Este artefacto está dividido en cinco espacios, un compartimiento superior y cuatro cajones, con el fin de facilitar la manipulación; el orden es vital.
En el compartimiento superior deben colocar los monitores como cardioscopio, desfibrilador, monitor de presión no invasiva y oxímetros de pulso.
En el primer cajón se ubican los medicamentos principalmente usados en una emergencia como drogas cardiovasculares, bloqueadores beta y antihipertensivos, analgésicos, sedantes, anti arrítmicos y relajantes musculares.
En el segundo cajón está colocado el material de insumo, que incluye agujas hipodérmicas, electrodos, catéteres subclavios y periféricos, marcapasos externo, electro gel, equipo de PVC, lancetas, llave de tres vías, cubre bocas, guía metálica, equipo de transfusión, conector de Sims, destroxtis de tubo, sondas de aspiración, normo gotero, micro gotero y cinta umbilical.
El tercer cajón está dedicado a material para tener acceso a la vía aérea, entre éstos, las cánulas de Guedel, tubos endotraqueales, guantes desechables, hojas de laringoscopio curvas y rectas, mango de laringoscopio, regla de madera para pvc, cinta adhesiva y micropore y lidocaína.
El cuarto cajón está destinado para bolsas de reanimación de adulto o pediátrica con reservorio y mascarilla, extensión para oxígeno, puntas nasales para adulto y pediátricas, soluciones endovenosas como agua inyectable, manitol, soluciones de cloruro de sodio, glucosadas, mixtas y Hartmann.