Los equipos de la unidad de cuidados intensivos

La Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) emerge como un componente vital en la estructura hospitalaria, desempeñando un papel fundamental al brindar atención especializada a aquellos pacientes que se encuentran en estados críticos de salud. En este entorno crucial, ¿cuáles son los elementos esenciales que componen el equipo indispensable para asegurar un cuidado óptimo y efectivo?

Es indispensable invertir en los dispositivos médicos necesarios para todas las labores que se realizan en la UCI, ya que la falta o mal funcionamiento de uno de estos podría representar la diferencia entre la vida y la muerte de un paciente.

A continuación se describen los aparatos básicos para las labores que se realizan en la Unidad de Cuidados Intensivos de un hospital:

Un básico que no puede faltar en esta área es el monitor de signos vitales, cuyo nombre describe su función, ya que a través de medidas y registros constantes de parámetros como frecuencia cardíaca, presión arterial, saturación de oxígeno y temperatura, lleva un monitoreo detallado del estado en que se encuentra el paciente. (1)

Este equipo es clave para saber cómo cambia el estado de salud del paciente de acuerdo a la atención que se le está administrando y ayuda a la toma de decisiones de los médicos para evaluar si el tratamiento que se está siguiendo es el adecuado.

Los equipos médicos que resultan de suma importancia en una unidad de cuidados intensivos son la cama y el colchón; estos elementos son fundamentales, ya que el paciente permanecerá en ellos durante toda su estancia en la UCI. Por tanto, es crucial que estén correctamente diseñados para proporcionar una posición cómoda que no comprometa la salud del paciente, evitando así la formación de úlceras en la piel, especialmente en estancias prolongadas. (2)

La cama también debe contar con un sistema que permita mover al paciente de forma veloz en caso de una emergencia, y que facilite al personal de salud maniobrar en caso de que sea necesario.

Un equipo que se hizo muy conocido durante la pandemia de COVID-19 y que definió la importancia de tener el equipo necesario en la UCI, son los ventiladores mecánicos. Este equipo es crucial ya que, suministra oxígeno suficiente a los pacientes que, por afecciones pulmonares, tienen problemas para respirar de manera autónoma.

Los ventiladores mecánicos son diversos en su diseño y funcionamiento, abarcando tipos como los de volumen corriente, presión positiva, presión controlada, volumen controlado, oscilación de alta frecuencia, oxígeno de alta frecuencia y ventiladores de transporte. Es importante resaltar que estos dispositivos están equipados con sistemas de alerta que notifican al personal médico en caso de que se presente algún obstáculo en el flujo de aire del paciente, lo que permite una intervención rápida y precisa.

Las bombas de infusión son otro equipo vital para la supervivencia del paciente, ya que muchas veces este no tiene la autonomía para comer o tomar fármacos por sí mismo. En estos casos, el aparato ayuda a la administración de líquidos mediante catéteres conectados a las venas o al estómago.
Otro equipo ampliamente reconocido en el ámbito médico son los desfibriladores, dispositivos que se distinguen por sus dos paletas conectadas al pecho del paciente, con el propósito de administrar una descarga eléctrica que contribuya a restaurar el ritmo cardíaco adecuado.

Hay diversos tipos de estos aparatos, desde los que se usan en los aeropuertos o las ambulancias, hasta los que se implantan quirúrgicamente en el cuerpo a pacientes con arritmias cardíacas crónicas, por ejemplo.

Finalmente, otro básico para este tipo de área es el monitor de presión intracraneal, ya que, si bien, el monitor de signos vitales puede pedir la presión arterial, dentro del cráneo del paciente en muchos casos se requieren lecturas para ver el estado de lesiones cerebrales graves que pueden comprometer su vida.

Al igual que otros aparatos, este dispositivo tiene varios tipos, algunos sirven para medir la presión dentro del ventrículo cerebral, otros dentro del tejido cerebral o incluso la presión dentro del nervio óptico.

Debido a las ventajas que ofrecen estos equipos, se puede inferir que tenerlos requiere una inversión considerable, pero vale la pena, ya que en un hospital pueden ser la diferencia entre salvar la vida de un paciente o perderla.

Tener los equipos básicos para responder ante cualquier emergencia no solamente beneficia a los pacientes, sino que da un estatus al hospital de ser competente ante cualquier situación.

Referencias