Preparación hospitalaria frente a la pandemia: lecciones para futuras crisis

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12 Noviembre 2021 María José Ramírez/Grupo Expansión

La llegada del nuevo coronavirus estresó los sistemas de salud. Los hospitales han tenido que realizar una serie de procesos para enfrentar las distintas olas y brindar atención.

La llegada de la COVID-19 a México se remonta al 27 de febrero de 2020, con el primer caso confirmado en la capital. Incluso cuando se contaba con información previa de los brotes en Wuhan y otros países, los hospitales mexicanos rebasaron su ocupación abriendo paso a estrategias que permitieran dar atención inmediata a la crisis.

La importancia de los procesos y estrategias que se han llevado a cabo para enfrentar la emergencia y las lecciones que se han aprendido para encarar futuros brotes del mismo SARS-CoV-2 o nuevas pandemias.

Alma Rosa Sánchez Conejo, directora general del Hospital regional de Alta Especialidad Ixtapaluca; Juvenal Franco Granillo, vicepresidente médico del Centro Médico ABC; y Pablo Escalera Castillo, jefe de referencia y contrarreferencia en la Secretaría de Salud de la Ciudad de México, discutieron sobre la preparación de los hospitales en el Healthcare Strategy Summit.

 

Preparación frente a la pandemia

La crisis sorprendió a los hospitales tanto públicos como privados, puesto que no se sabía la dimensión que tendría; sin embargo, las instituciones realizaron adecuaciones a sus protocolos, crearon procesos previos a la llegada de la pandemia y durante la emergencia se han ido mejorando.

Sánchez Conejo habló de su experiencia y relató que el Hospital regional de Alta Especialidad Ixtapaluca funciona de manera diferente a otros del sector, pues cuenta con inversión público-privada.

“Eso ha hecho una enorme ventaja para brindar atención a esta patología”, pues con esa inversión se dan 22 servicios no asistenciales (entre telefonía, limpieza, vigilancia, y mantenimiento de la infraestructura).

“Al ser una inversión público-privada no tenemos la plantilla completa de profesionales de la salud que deberían estar ya trabajando”, puntualizó. Por otro lado, no se tenían ocupadas todas las camas y la institución cuenta con personal joven con empuje, haciéndola destacar.

Por su parte, Franco Granillo destacó que el Hospital ABC ya contaba con unos protocolos de atención para pacientes, desde el punto de vista epidemiológico para el hospital y desde el punto de vista de la unidad de vigilancia en infecciones y de problemas infecciosos.

“Nadie de nosotros imaginó la magnitud a lo que nos íbamos a enfrentar, pues no se tenía claro el porqué de la contagiosidad y letalidad tan grandes. Derivado de esto, se formó un comité de una probable recepción de este tipo de enfermos aunque el hospital tuvo su primer caso hasta marzo. Para entonces ya habían implementado una serie de códigos y reforzaron los que ya tenían”, dijo el vicepresidente médico del hospital ABC.

Asimismo, mencionó que hubo una reconversión de prácticamente todo el hospital ABC Observatorio con la llegada de covid-19.

La institución llegó a tener casi 150 pacientes hospitalizados; 60 pacientes de cuidados intensivos, de los cuales 35 fueron intubados. Vislumbrando la situación, el hospital contrató personal para lograr atender a todas estas personas.

Durante su intervención, Escalera recordó la preparación para atender desde la Unidad Temporal del Centro Citibanamex. El proyecto, antes de recibir pacientes, contaba con 12 profesionales, quienes  crearon procesos para la atención con ayuda de personal de epidemiología.

Al inicio, la unidad estaba contemplada para la referencia de pacientes que solo requerían oxígeno y que estaban ocupando una cama en los hospitales de la ciudad, pero no estaban graves o habían pasado el periodo de gravedad (12-15 después de iniciar los síntomas).

Por esto, arrancó con ocho camas de terapia y 66 camas de hospitalización, y, conforme se fueron llenando estas, se abrieron otras áreas.

De acuerdo con Escalera, la segunda área abierta hizo que se extendiera la capacidad de 250 a casi 500.

En un principio no se pensó que fuera necesario abrir una segunda e incluso una tercera sala, pero la demanda lo hizo necesario. Gracias a la creación de la Unidad Temporal se logró ayudar a más de 8 mil pacientes.

 

Lecciones de la pandemia para futuras crisis

La pandemia sigue latente a pesar de las campañas de vacunación; sin embargo, se han logrado aprendizajes para otras posibles crisis sanitarias.

“La experiencia que nos ha dejado es que no existe nada improbable y que en cualquier momento puede aparecer alguna nueva pandemia”, subrayó Franco.

Pensando en que algunas de las variantes del SARS-CoV-2 son más contagiosas, el Hospital ABC se prepara ante nuevas posibles emergencias, por lo que diseñó un piso de hospitalización con entradas y salidas separadas.

 Además, el piso cuenta con 44 camas con áreas de cuidado intermedio, de terapia intensiva y de hospitalización.

También, se crearon comités por si se llegara a presentar otra situación de exacerbación de esta pandemia o la presentación de una nueva.

“Si vemos que en otros países hay un problema de diseminación de casos, por la globalización que existe actualmente y la facilidad de los viajes, debemos de estar prevenidos porque en cualquier momento tendremos un caso”, puntualizó.

Sobre el caso de la Unidad Temporal Citibanamex, Escalera resaltó que, en su momento, se modificaron los criterios de ingreso debido a que los hospitales estaban rebasados; por lo que recibieron pacientes de manera temprana.

Para llevar a cabo esta labor, abrieron centros de triage en distintos puntos de la ciudad, donde había médicos evaluando a pacientes para ser enviados a la unidad.

La hospitalización temprana ha sido uno de los aprendizajes más valiosos de la pandemia, porque esperar a que el paciente empeore disminuye su posibilidad de recuperarse.

Si bien durante la tercera ola no hubo el mismo número de hospitalizaciones como en la segunda, los pacientes graves estaban limitados debido a la sobresaturación de los hospitales, la falta de ventiladores y de intensivistas.

Mientras tanto, los triages continúan abiertos y funcionan de la misma manera, listos para enfrentar las siguientes olas.

Por último, Sánchez destacó que en el hospital regional se elaboraron manuales para tener claro tanto la participación de las diferentes áreas como el ingreso del paciente.

Asimismo, subrayó que la falta de personal y la necesidad de especialistas ha sido uno de los retos para enfrentar la emergencia. Por ello, obtuvieron recursos por parte de la Secretaría de Salud para poder brindar atención.

“Todos nos dimos cuenta de que los especialistas no son suficientes, de tal suerte que tuvimos que apoyarnos con médicos generales del Estado de México”, aseveró.

Añadió que estos profesionales estaban liderados por intensivistas, internistas y neumólogos para garantizar una atención adecuada.

De igual forma, los ventiladores no parecían ser suficientes, por ello se les envió dispositivos anaconda para ventilar al paciente.

Además, insistió en la necesidad de atender la salud mental de estos trabajadores, ya que muchos de ellos necesitan atención especializada para sobrellevar la crisis y la demanda.

 

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