¿Se puede brindar una teleconsulta segura tras la pandemia?

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08 Julio 2021 María José Ramírez/Grupo Expansión

La pandemia aceleró el uso de la tecnología en distintos sectores; en la salud, la teleconsulta y el monitoreo remoto se han convertido en parte de una nueva realidad.

Con la llegada de la crisis sanitaria, el uso de la tecnología para la atención se ha vuelto casi indispensable. De acuerdo con un boletín de DigiCert, en la región de América Latina, la atención remota dentro del sector público es 30% más alta que en el privado.

La teleconsulta no solo ha hecho posible que los médicos atiendan pacientes sin que estos pisen un consultorio; en el futuro, también podría ayudar a traspasar fronteras, permitiendo que se brinden consultas entre los diferentes países de habla hispana. Una de las ventajas radicaría en prevenir el colapso de los hospitales en situaciones de emergencia. Además, se ha podido comprobar que puede ser una gran herramienta para llegar a personas en zonas rurales —aunque esto también depende del acceso a internet— o con problemas de movilidad.

Distintos países de la región han utilizado la telemedicina durante la pandemia. Por ejemplo, de acuerdo con la Federación Latinoamericana de la Industria Farmacéutica, Chile y Uruguay lideran el uso de esta tecnología, donde el sector público ha podido invertir en ella. Además, según la federación, Colombia tuvo más de nueve millones de teleconsultas desde que inició la crisis y las citas virtuales aumentaron 7,000% en comparación con el año anterior.

Por otra parte, en Argentina, ya era habitual el uso de la telemedicina en el sector público, ya que facilita las consultas con especialistas que se encuentran en provincias lejanas. Aunado a lo anterior, el país cuenta con un Plan Nacional de Telesalud y un Consejo Asesor de Telesalud, cuyo objetivo es impulsar programas que faciliten el uso de esta tecnología y crear buenas prácticas en torno a ella.

La telemedicina ha impactado tanto los sistemas, que, según el estudio el “Panorama de Clínicas y Hospitales 2021” realizado por TuoTempo, en Brasil permanecerá su uso. Las cifras muestran que más del 70% de las instituciones entrevistadas brindaron teleconsultas entre septiembre y octubre de 2020. Igualmente, el estudio arrojó que 51% de clínicas y hospitales optan por plataformas como Zoom, Skype, WhatsApp o Meet; sin embargo, hay factores que corren riesgo, como la seguridad y el almacenamiento de datos.

En cuanto a México, el estudio “Hábitos Digitales de la Comunidad Médica” realizado por la Asociación de Internet (AIMX) señaló que 44% de los médicos realiza consultas virtuales para ajustar tratamientos, es decir, para ajustar dosis o la frecuencia de la toma; mientras que 54% de esta comunidad se apoya de esta consulta para prescribir otro medicamento. Además, la mayoría de los profesionales usa aplicaciones en los hospitales donde laboran, facilitando la gestión de los pacientes, así como la programación de citas.

 

Digitalización sanitaria y el problema de la seguridad

La digitalización no ha sido un cambio acontecido en la pandemia, sino que desde antes de su llegada los hospitales, laboratorios y consultorios médicos ya estaban en proceso de adoptarla. Según el boletín de DigiCert: “El mercado estaba siendo absorbido por nuevas soluciones y software dirigidos al sector de la salud, como wearables, dispositivos de monitorización y aplicaciones móviles”. Empero, la seguridad seguía siendo vulnerable, así lo demuestra un artículo de Emsisoft State of Ransomware, el cual señala que 560 centros de salud fueron víctimas de ataques de ransomware en 2020.

“El problema es aún mayor en las organizaciones pequeñas y los profesionales de la salud independientes, que tienen un acceso limitado a los recursos de TI y la seguridad digital. Aún así, este grupo debe mantener las precauciones de seguridad, ya que esto es importante para mantener la confianza y seguridad de sus pacientes”, afirmó Mike Nelson, vicepresidente de seguridad de IoT en DigiCert.

Como es de esperarse, la digitalización continuará durante 2021, y con ella las amenazas a la seguridad, entre las que se encuentran el fraude o las estafas por piratería. Por ello, se hace urgente que la industria de la salud se prepare para el futuro. Contar con un inventario de todos los dispositivos utilizados en las organizaciones de atención médica, incluidas las ubicaciones de atención remota, es imprescindible, así como comprender los riesgos y tomar las medidas adecuadas para hacerles frente.

La infraestructura de clave privada (PKI por sus siglas en inglés) puede ayudar a proteger las conexiones remotas, toda vez que aborda los problemas de seguridad comunes de la autenticación sólida, el cifrado de datos y la garantía de la integridad de estos.

 

PKI, solución de seguridad

La telesalud tiene una serie de vulnerabilidades que deben tenerse en cuenta, sobre todo cuando la atención se brinda gracias a internet, ya que las conexiones móviles llegan a ser inseguras; la autenticación del usuario, insuficiente; y el cifrado de transporte puede estar mal implementado. La PKI proporciona seguridad para los dispositivos conectados, pues permite:

  • Integridad de los datos: para garantizar la integridad total de la información médica confidencial, los certificados de firma de código son útiles para firmar cualquier dato que se transmita entre dispositivos.
  • Autenticación de usuarios, sistemas y dispositivos: para certificar que nada que conecte el dispositivo sea malicioso, autentifica las conexiones de backend.
  • Cifrado de información confidencial: asegura que la información sensible y confidencial se mantenga fuera del alcance de actores maliciosos.

Además, se trata de una solución de seguridad flexible. “En organizaciones con miles de conexiones y dispositivos, una plataforma de administración de certificados puede permitir a los administradores implementar o modificar rápidamente grandes volúmenes de certificados”, destacó Mike Nelson.

 

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