Una piel tersa y firme sin cirugía es ahora una realidad gracias a los bioestimuladores de colágeno, una innovación de la dermatología que combate el envejecimiento y la flacidez en diversas áreas del cuerpo.
Se trata de sustancias inyectables que tienen la capacidad de activar la producción de colágeno, lo que ayuda a reestructurar la piel a largo plazo.
En palabras de la doctora Melanie de la Fuente, médico cirujano estético, certificada y avalada por la Universidad de Navarra, España, el colágeno es la proteína que ayuda a la piel a mantenerse firme y elástica. Sin embargo, se va perdiendo con el paso del tiempo, lo que provoca arrugas y flacidez en la cara y el cuerpo.
“Gracias a los avances tecnológicos, hoy contamos con tratamientos seguros que nos permiten tener una piel tersa y joven”, señaló.
Los bioestimuladores se pueden aplicar mediante una aguja muy fina en las áreas que la persona desee tratar. Una vez en el cuerpo, activan los fibroblastos, células encargadas de estimular la producción de colágeno. Por ello, este tratamiento es ideal para mejorar la calidad de la piel.
Este procedimiento tiene una duración de dos a cinco años, lo que depende de la marca, del organismo del paciente y de la cantidad de sesiones que se apliquen.
Las inyecciones pueden aplicarse en la cara, cuello, manos, escote y otras partes del cuerpo que suelen verse afectadas por la edad o la pérdida de peso, permitiendo recuperar el volumen y el contorno perdidos por estos factores.
El doctor Luis Ricardo Sánchez, médico cirujano especialista en medicina antiaging y experto en fillers, comentó que actualmente existen marcas líderes en el mercado como Sculptra, Radiesse o Rich PL, las cuales contienen ingredientes como el ácido poli-L-láctico y el ácido hialurónico, sustancias que pueden lograr efectos a corto, mediano y largo plazo.
La doctora De la Fuente agregó que los bioestimuladores son una opción óptima para aquellos pacientes que no desean someterse a una cirugía plástica ni ver cambios abruptos, ya que su acción está orientada a brindar una imagen más natural y jovial, con resultados que se notan de manera paulatina.
Para contribuir al rejuvenecimiento facial, los bioestimuladores pueden reducir la flacidez en zonas específicas como la frente, el contorno de ojos, los surcos nasogenianos y el tercio inferior del rostro —incluida la mandíbula—, además de mejorar la firmeza de la piel y evitar un aspecto cansado.
En el caso de personas que no presentan flacidez por la edad, sino por pérdida de peso, los especialistas señalan que los bioestimuladores también permiten reafirmar la piel en brazos, abdomen, glúteos, muslos y rodillas.
Asimismo, los doctores Sánchez Valdez y De la Fuente, fundadores de la clínica de belleza BodyART, recalcaron la importancia de acudir a lugares seguros, con personal capacitado para aplicar este tipo de tratamientos, y de priorizar la utilización de productos aprobados por autoridades sanitarias como Cofepris, en México.
Finalmente, los expertos señalaron que este tipo de tratamientos debe evitarse en personas embarazadas, en periodo de lactancia o con enfermedades autoinmunes.